Mejor prevenir que curar: protege tus labios del sol.
Llega el verano y la protección de nuestra piel frente a los efectos nocivos del sol se hace imprescindible. Los labios son una de las zonas del cuerpo más sensible a los daños provocados por las radiaciones solares. Su piel es muy fina y carece de glándulas sebáceas y sudoríparas por lo que no dispone de la película de grasa y agua que protege el resto de la piel (capa hidrolípida) y se deshidrata con mayor facilidad. La capa cornea es casi inexistente, por ello no ejerce la función barrera como la epidermis del resto del cuerpo, afectándole profundamente las condiciones climáticas. Al carecer también de melanina, los labios no son capaces de absorber las radiaciones ultravioleta. Esto significa que no se broncean pero sí que sufren quemaduras. Además el sol también favorece la aparición de calenturas y herpes labiales, los reseca y los agrieta. A su vez, el colágeno y la elastina que forman el labio se transforman produciendo arrugas a su alrededor.
Todos estos factores hacen aconsejable utilizar productos específicos para protegerlos durante todo este periodo, no sólo en la playa o la piscina. Con el protector labial lippen® FPS 15 podrá lucir unos labios cuidados y protegidos todo el verano. Es resistente al agua y su textura es suave y untuosa, con un alto grado de permanencia sobre los labios. Este producto deberá aplicarse antes y durante la exposición.
En caso de que presenten descamación o grietas después de la temporada de verano, habrá que tratarlos para que recuperen su tersura. Lo más indicado es exfoliar suavemente la zona y aplicar después un tratamiento restaurador intensivo como lippen® reparador labial y aplicar con frecuencia.
Pero recuerde, siempre es mejor prevenir que curar. Cuidar los labios es tan importante como cuidar el resto de la piel para evitar enfermedades y efectos de envejecimiento.